Los primeros relojes de cabina o "cockpit"
La estrecha relación entre relojería y aviación a lo largo del siglo XX nos deja un relato de continua innovación plagado de éxitos. Desde el Cartier Santos, uno de los primeros relojes de pulsera, concebido para que el piloto pudiera consultarlo sin descuidar los mandos a los relojes de aviador de la Segunda Guerra Mundial con sus especiales características de legibilidad; la colaboración entre ambas disciplinas ha dado como resultado algunos de los modelos más icónicos y reconocibles.
En el último cuarto del siglo XX fue la relojería quien acudió al mundo de la aviación encontrando inspiración en el barroco aspecto de la instrumentación de vuelo.
La instrumentación de cabina fue el motivo inspirador que llevó a diversos fabricantes a crear modelos que combinaban las formas cuadradas y redondas, los acabados en color negro mate y las esferas fácilmente legibles.
Aunque el más famoso es el Bell and Ross, Seiko se adelantó más de una década con el Silver Wave 2628-0040 aunque, irónicamente, ahora es conocido como Seiko Bell and Ross.
Posteriormente, ya en los 90 pero unos años antes que B&R, Trintec patentó, diseñó y puso a la venta un modelo que parece haber sido arrancado directamente de la carlinga de un Boeing.
¿Son estos los primeros relojes inspirados en la instrumentación de cabina de un avión?
Laken FE 4612
La unión de una caja cuadrada con una esfera redonda es una combinación que se ha usado en relojería desde el principio de los tiempos.
Pero, para ser considerado un reloj de cabina hacen falta elementos adicionales como la presencia de tornillos vistos, el uso de colores y recubrimientos negros en acabado mate y una esfera en la que prime la legibilidad.
No se puede negar que este desconocido Laken, marca registrada en Suiza en el año 62, tiene todos los elementos que caracterizan a un reloj de cabina y presumiblemente es anterior al resto de modelos. De hecho si usamos Google Lens para hacer una búsqueda inversa el sapientísimo algoritmo de búsqueda nos lleva a imágenes como la que se muestra a continuación.
Como se puede apreciar, parece que nuestro reloj de cabina ha pasado por una zona de turbulencias y no se encuentra en su mejor momento.
A pesar de ser una marca desconocida no le faltan detalles de calidad como una caja bien mecanizada y acabada con una bonita combinación de zonas pulidas y matizadas y una más que sorprendente corona roscada con rosca interna típica de Omega.
En el debe cabe citar la escasa entidad del dial con un acabado y terminación muy básicos. Luciría mucho mejor con unos índices tridimensionales, un marco para la ventana del calendario un logotipo aplicado... o siquiera algo de material luminiscente del que también carece.
El marco, que parece de aluminio, va sujeto con cuatro tornillos de gran tamaño y los bordes acusan el paso del tiempo.
El movimiento, de origen francés, es un France Ebauchès 4612 con un sistema de carga unidireccional y algo más de 40 horas de reserva de marcha. Por esa razón, a pesar de tratarse de una empresa registrada en Suiza, el reloj no puede llevar en la esfera el Swiss Made. Era una época de crisis y las empresas usaban cualquier recurso que les permitiera sobrevivir y así se podían ver relojes franceses con una máquina suiza, lo que les permitía lucir el Swiss Made, relojes Suizos con máquinas francesas y un sinfín de combinaciones.
Para colmo de males también falta una de las ruedas del módulo automático como atestigua el pivote huérfano en la parte superior de la imagen.
El movimiento está fabricado con un nivel de calidad equivalente al de sus homólogos suizos de la época pero FE, el conglomerado francés creado a imagen y semejanza de ETA, nunca pudo competir con la industria Suiza.
El trabajo realizado en la caja destaca por encima de cualquier otro aspecto lo que, unido a algo tan inusual como la corona con rosca interna, me lleva a pensar que la caja fuera inicialmente destinada a una marca de mayor relevancia,
Trabajos realizados
Desmontaje
Limpieza
Aceitado
Pulido superficial de caja
Coste reloj donante 13 euros
6 horas de trabajo
Coste total de la recuperación 28 euros
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