Un año de reserva de marcha

Reloj de 400 días

La expresión "reloj de 400 días" no me es desconocida pero nunca me había detenido a reflexionar sobre su significado y, menos aún, podía imaginar que se trataba de un reloj de cuerda con 400 días de reserva de marcha.

En efecto, los relojes de 400 días, también conocidos como relojes aniversario o de péndulo de torsión, son un tipo de reloj de sobremesa originarios de Alemania que fueron especialmente populares en los años 50 y 60 del pasado siglo. 

En España existía la costumbre de regalarlos con motivo de una boda de tal forma que los contrayentes daban cuerda una vez al año al reloj haciendo que ese día coincidiera con el del enlace.

¿Cómo funciona un reloj de 400 días?

Se trata en esencia de un reloj mecánico de carga manual con un sistema de escape regulado por las oscilaciones de un péndulo.

La diferencia fundamental es que el péndulo no se desplaza en sus oscilaciones como estamos acostumbrados a ver en los relojes de pared si no que describe un círculo sobre sobre su propio eje.
El péndulo cuelga de una fina lámina de acero o latón llamada suspensión con un coeficiente de elasticidad dado que hace que cada modelo de reloj necesite el suyo propio para garantizar su funcionamiento. 
Así, si instalamos una suspensión cuya anchura o espesor no coincida con el del modelo en cuestión el reloj adelantará o atrasará sin posibilidad de regulación.
Como la suspensión es la parte más débil de todo el mecanismo y el principal motivo de avería, identificar la suspensión compatible se ha convertido en todo un desafío a la hora de reparar estos relojes.

En la foto anterior puede verse la suspensión o hilo de torsión tras retirar el protector. En su extremo superior se aprecia la pieza que convierte el giro del péndulo en un movimiento de vaivén desplazando el áncora de izquierda a derecha liberando un diente de la rueda de escape en cada oscilación.
En esta imagen se aprecia mejor la disposición de los diferentes elementos y el endeble aspecto del hilo de torsión cuya fragilidad es comparable con la del espiral en un reloj de pulsera.
A la derecha de la imagen podemos observar la rueda de escape retenida por los dientes del áncora en cuya prolongación superior hará contacto la parte superior de la suspensión. Cuando el péndulo gira levanta alternativamente un lado del áncora liberando un diente de la rueda de escape.
El resto del rodaje es convencional tanto en su distribución como en los materiales utilizados.
Parece lógico que un mecanismo con 400 días de reserva de marcha tenga un barrilete de gran tamaño pero realmente la causa de tan increíble autonomía hay que buscarla en la economía de marcha.
Un reloj de 400 días sólo consume 8 alternancias por minuto o 480 por hora mientras que un reloj de pulsera estándar necesita 21.600 y es esta circunstancia la que permite una reserva de marcha superior al año.
En el caso de que sea necesario realizar algún ajuste de marcha, el reloj cuenta con un ingenioso mecanismo en el propio péndulo que permite corregir diferencias de hasta 4 minutos acercando las bolas al centro (si el reloj atrasa) o alejándolas (en caso de adelanto).


Comentarios