Seiko Bruce Lee 6139-6012

Los primeros cronógrafos automáticos

A finales de los años 60 la industria relojera, tanto suiza como japonesa, competía por fabricar el primer cronógrafo automático de la historia. 
Zenith, Heuer y Seiko presentaron sus creaciones de forma casi simultánea aunque existe ciert consenso en que Zenith mostró los primeros prototipos funcionantes, Heuer fue el primero en poner unidades a la venta y Seiko el primero que lo comercializó de forma global.


De todas formas, para evitar confusiones, Zenith bautizó a su criatura como "El Primero".

De las tiendas al mito

Esencialmente existen tres razones para que un reloj pase a convertirse en un mito: ser el primero en mostrar una innovación técnica, participar en algún evento histórico o haber pertenecido a algún personaje importante.
El Seiko 6139 cumple con las tres premisas porque no sólo apareció de forma coetánea a los modelos suizos si no que, además, viajó al espacio en la muñeca del coronel de la NASA Williams Pogue.


Por ese motivo el modelo con dial amarillo y bisel azul y rojo es conocido como Seiko Pogue.
El otro modelo que se hizo merecedor de un nombre propio fue el que usó hasta su muerte la estrella del cine de acción Bruce Lee.


Es conocido que Bruce había usado previamente un Universal Geneve Polerouter pero en los últimos años siempre se le podía ver con un 6139 que solía usar con un brazalete tipo rally.
A diferencia del Seiko Pogue, que está perfectamente identificado en fotos, no existe certeza sobre cual era el modelo concreto que usaba Bruce por lo que cualquier 6139 de aspecto similar puede reclamar para sí el apelativo Bruce Lee.

Seiko 6139-6012 de 1971


Nuestra unidad no funciona, uno de los pulsadores está hundido, el cambio rápido de calendario mediante pulsador no funciona y hay muestras de óxido en algunas zonas de la caja.


Cabe destacar que el 6139 es un movimiento que carece de segundero continuo ya que este está dedicado a la función de cronógrafo mientras que el totalizador de minutos aparece a las seis. Parece que Seiko optó por sacrificar un contador adicional para poder incluir el día de la semana por considerarlo más práctico para el usuario habitual.


La máquina está repleta de residuos que en su mayoría provienen de la descomposición de la masa oscilante. Este es un problema frecuente en muchos Seiko de esa época porque el rotor se ha fabricado en alguna aleación que se descompone en presencia de humedad. Afortunadamente la máquina está completa y el eje del volante no está roto.


La imagen anterior muestra un novedoso movimiento que une las ventajas de la rueda de pilares con un original sistema de embrague vertical por el que la rueda de segundos anda y para al actuar sobre los pulsadores.


El dial es del tipo "resist" posterior a los iniciales y más codiciados "proof" y muestra un importante envejecimiento en el color de los índices posiblemente por efecto de la humedad. El material luminiscente, quizás Prometio radiactivo, no conserva nada de luminosidad.
El cambio rápido del calendario mediante pulsación no funciona y este es un mal muy habitual en todos los relojes vintage que usan ese sistema porque somete al tirete a un desgaste prematuro.


El muelle real está en un lamentable estado de suciedad repleto de grasa semisólida por lo que no es de extrañar que el reloj no funcionara.
Una vez limpio y engrasado recuperará gran parte de su pujanza.


El doble calendario no guarda ninguna sorpresa salvo el comentado fallo del cambio rápido para lo cual es necesario cambiar el tirete. Mientras aparece un repuesto a buen precio seguiremos avanzando en la reparación.


Lo que ofrece una mayor complejidad es la fijación del cristal con un conjunto de biseles internos y externos que servirán de asiento tanto al taquímetro como a la junta de goma.


El cristal se asentará sobre la junta de goma y el  bisel externo fijará todo el conjunto a la caja.


Tras la limpieza el mecanismo vuelve a funcionar perfectamente. La escasez de fotos de todo el proceso se debe a que la complejidad de la máquina aconsejaba centrar la atención en la reparación.


Otro clásico que vuelve a marcar las horas.


Comentarios