Cuadratura floja

El problema de cuadratura floja es muy habitual en relojes vintage pero su solución es sencilla y se puede hacer sin herramientas especializadas.

El único inconveniente es que para acceder a la cuadratura hay que desmontar agujas, esfera y sistema de calendario en caso de que el reloj lo lleve.

¿Qué es la cuadratura?

Para ilustrar el caso usaremos este bonito Felsa 792 de los años 50 con una construcción de lo mejor de la época.


Habiendo retirado el disco el puente del calendario podemos ver en el centro  las ruedas donde encajan las agujas y, en la posición de las 11, la rueda que impulsa el cambio del calendario.
Como curiosidad, los puntos y rayas situados en la parte superior que recuerdan los marcadores de una esfera son precisamente para comprobar el funcionamiento del reloj en la fase de fabricación, antes de haber montado el resto de componentes.


En el centro de la imagen aparece el eje de la rueda de centro, de ahí su nombre, que recibe el impulso directamente del muelle real y completa una vuelta en una hora. En este caso lo atraviesa el eje de los segundos por ser un mecanismo con segundero central.
El cañón de minutos, en el que se encaja la aguja de los minutos, se une a la rueda de centro por presión consiguiendo una unión elástica, es decir, que el eje de la rueda de centro en su giro arrastra solidariamente el cañón pero permite a la vez cierto juego para permitir la puesta en hora.
Sobre el cañón de minutos se inserta la rueda de horas que dará una vuelta completa cada 12 horas. En este caso, además, la rueda de horas es doble lo que permite ahorrar una rueda de arrastre en el mecanismo del calendario,


Esa unión elástica se produce mediante una pequeña hendidura del cañón de minutos llamada linternado que no es más que un estrechamiento que facilita su arrastre por el eje de la rueda de centro.

Los síntomas

El problema de la cuadratura floja es muy fácil de diagnosticar porque tiene unos síntomas muy claros:
El primero de ellos y el que más sorpresa causa entre los no iniciados, es que el reloj funciona "perfectamente": el segundero se mueve, la amplitud es correcta, el reloj agota la reserva de marcha... pero las agujas horaria y minutera no se mueven o tienen un comportamiento errático.
El segundo síntoma es que, al poner en hora el reloj, el mecanismo funciona con extrema suavidad, prácticamente sin oposición alguna con un tacto que recuerda al de un reloj de cuarzo. Esta sensación de holgura en el mecanismos también suele dar problemas a la hora de ajustar la hora con precisión ya sea porque cuesta fijar la minutera con precisión o porque esta salta al devolver la corona a la posición de carga,

La reparación

La reparación consiste en conseguir que el linternado del cañón de minutos recupere la fricción necesaria para moverse de forma solidaria a la rueda de centro pero sin resultar excesiva porque se bloquearía el mecanismo.


Para ello hay que morder en la ranura del linternado lo que se puede hacer con un simple cortaúñas. Como el cañón de minutos no es más que un tubo de acero bastante liviano, se debe introducir la mecha de un destornillador o una aguja de coser para evitar deformarlo en exceso al hacer presión. En todo caso, la presión es mínima y se debe ir probando hasta que el tacto sea el adecuado.


Terminada la reparación se vuelve a colocar el mecanismo del datario que en este Felsa es tan sencillo como eficiente: el mecanismo de arrastre se ahorra una rueda y el resorte de centrado del disco (entre los días 2 y 3)está  formado por una arandela y un alambre.


Con todo en su sitio el reloj podemos cerrar de nuevo el reloj en el que destaca su tapa en dos partes con patente francesa de la casa Miserez llamada Bagobloc... en efecto, la misma que usan los relojes rusos.



Este bien conservado septuagenario francés empieza a vivir una segunda juventud.

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