¿En qué mano se debe llevar el reloj?
Aunque la inmensa mayoría lleva el reloj en la mano izquierda realmente no existe ninguna norma, ni siquiera de protocolo, que indique cual es la mano correcta para portarlo.
- Deja libre nuestra mano más hábil para realizar tareas delicadas.
- Evita someter al reloj a situaciones potencialmente peligrosas que habitualmente se realizan con la mano dominante como golpear, lanzar, etc.
- Permite consultar la hora mientras la mano derecha realiza cualquier tarea.
Como consecuencia de esta costumbre generalizada, los relojes están diseñados para ser llevados en la mano izquierda y ser manipulados (dar cuerda, poner en hora…) con la derecha.
¿Qué ocurre si se pertenece al 10% de población zurda? En este caso nos veremos obligados a llevar el reloj en nuestra mano dominante perdiendo las citadas ventajas prácticas o, lo que es peor aún, en la derecha de forma que la corona quedará hacia el interior del brazo haciendo imposible su manipulación sin quitarnos el reloj.
Pueden parecer la misma cosa pero la distinción no es trivial ya que lo que actualmente se considera un reloj para zurdos originalmente fue un reloj fabricado para ser llevado en la mano derecha por diestros.
Actualmente existen diferentes modelos de reloj aptos para usar en la mano derecha fácilmente distinguibles porque llevan la corona a las 9. Sin embargo este diseño, que mejora de forma notable la experiencia de uso de los 800 millones de zurdos, no nació con la finalidad de atender sus necesidades.
Realmente los primeros relojes para llevar en la mano derecha con la corona en la posición de las 9 se fabricaron por encargo para atender necesidades de carácter profesional y no para solucionar las peculiaridades de la población zurda. Así ocurrió con los relojes usados por buceadores ya fuera por la conveniencia de proteger la corona situándola en el interior del brazo o porque el brazo izquierdo ya estaba ocupado por la brújula y el profundímetro lo que hacía necesario llevar el reloj en el brazo derecho.
Lógicamente han existido unos pocos relojes para zurdos fabricados “ex profeso” atendiendo a la petición individual de su futuro poseedor pero han sido absolutamente minoritarios. El más famoso posiblemente sea el Rolex de Charles Chaplin de la imagen anterior.
Peculiaridades constructivas del reloj para zurdos
¿Tan difícil es fabricar un reloj adaptado a las necesidades del 10% de la población como para que estas hayan sido ignoradas por la industria? ¿Por qué siempre han existido relojes para ciegos que actualmente son unos 300 millones y sin embargo las necesidades de los 800 millones de zurdos sólo han sido cubiertas gracias a la casualidad?
Si se trata de un reloj sólo hora la única modificación necesaria sería girar 180 grados la esfera y, si lleva calendario, discos de fecha adaptados.
En el ejemplo anterior podemos ver lo que sucede cuando se gira el dial pero se conserva el disco de calendario: que la posición de los números no coinciden con la ventana. Sería necesario un dial con la ventana de fecha en la posición de las 9 o un disco de calendario especial.
Lo que ocurre es que la esfera se fija mediante unos pies que se alojan en sendos orificios que atraviesan la máquina y al girarla 180 grados ya no coinciden.
La imagen superior ilustra como, al voltear la esfera sobre la máquina, las patas coincidirán con los agujeros.
Esta circunstancia está condicionada además por el hecho de que los citados orificios no pueden situarse en cualquier lugar si no únicamente donde no interfieran con las partes móviles.
Al girar la máquina 180 grados las patas, que se han marcado previamente con rotulador blanco, dejan una mancha en la máquina que no coincide con la posición de los agujeros de fijación.
Por tanto no existe otra forma que fabricando una esfera con las patas en la posición adecuada o modificando una preexistente con soldadura de plata y un aparataje especial para este cometido.
Konnexa 110 con corona a las 9
Un modesto reloj de carga manual y segundero central fabricado en Alemania en los años 50 con un calibre Forster 500, también alemán, que permite 38 horas de reserva de marcha a 18.000 alternancias por hora.
¿Cuál es el mérito de este ejemplar adocenado para asomarse a este rincón?
En este caso el relojero ha girado la esfera 180 grados aprovechando que por casualidad sus patas permiten una coincidencia casi total sin que la legibilidad se vea afectada.
¿Qué sería más adecuado en este caso, respetar la configuración actual para zurdos, tal como lo decidió su anterior propietario aunque las esfera quede ligeramente descentrada?
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