Un libro sobre relojes rusos
¡Albricias! Que se publique un libro sobre relojes rusos teniendo en cuenta el desolado panorama editorial siempre es motivo de alegría.
Precisamente uno de los problemas a los que se enfrentan los aficionados a la relojería rusa es la falta de fuentes bibliográficas que se reducen a unos pocos textos y a los catálogos originales de las marcas. Basta comprobar las fuentes que los autores citan como como referencia en el propio libro para confirmar que se trata de un puñado de sitios webs, foros y grupos en redes sociales compuestos y creados por aficionados a la relojería rusa.
Esta circunstancia ha generado entre los aficionados un conocimiento en ocasiones falto de rigor que, favorecido por la tendencia al copia-pega, ha creado una imagen de la relojería rusa plagada de estereotipos sin fundamento como por ejemplo que los movimientos rusos son toscos y poco desarrollados.
En el lado opuesto están los "fundamentalistas del catálogo" para los que "si no está en el catálogo no existe" ignorando que la historia de la relojería rusa no es una foto fija si no un devenir de casi un siglo repleto de cambios sociológicos, políticos, culturales, etc.
Este libro es fundamentalmente fruto del entusiasmo de cuatro coleccionistas cuyo contenido, como veremos, se presenta de forma sistematizada con una intención divulgativa y pedagógica.
¿Qué podemos esperar?: una colección de relojes rusos.
Precisamente la comentada falta de obras sobre relojería rusa puede hacer que el libro se reciba con avidez y que la expectativa inicial se vea defraudada. Quienes se acerque al libro esperando un compendio enciclopédico desde la época de los Zares a la actualidad o aquellos que busquen sesudas disertaciones sobre micro mecánica se llevarán una desilusión porque lo único que encontraran será a cuatro aficionados mostrando su colección.
En este sentido, el título del libro "Relojes rusos de colección" es absolutamente honesto y eso es lo que encontraremos en sus páginas: un puñado de relojes atesorados con esfuerzo presentados con cariño y entusiasmo.
Pero como ninguna colección está completa, ni siquiera para su propietario, echaremos en falta algunas piezas, nos parecerá que otra son irrelevantes, o consideraremos que ciertas marcas, periodos o tipo de pieza están sobrerrepresentados.
Aunque el libro cuenta con un índice por marcas con la intención de presentar la información de forma convencional y sistemática, realmente su alma está compuesta de cada una de las colecciones individuales: cronógrafos, relojes con diales conmemorativos y ediciones exclusivas del mercado italiano.
Las diferentes colecciones son interesantes, están bien presentadas visualmente y vienen acompañadas de explicaciones amenas que realzan el contenido pero carecen de un elemento conductor que les de cohesión.
El problema principal es que cada una da las colecciones individuales se ciñe a un ámbito muy restringido y particular y eso es un problema a la hora de percibirlas como una unidad.
Mezclar los exclusivos cronógrafos primitivos con alguno de los más horripilantes diales conmemorativos del periodo soviético sólo puede entenderse si el lector prescinde de ideas preconcebidas y aborda la obra con la misma naturalidad y falta de pretensiones que sus autores. Algo así como el típico "muestro mi caja" tan habitual en los foros.
Teniendo claro este punto de partida, la lectura del libro puede ser claramente satisfactoria. Los cronógrafos están muy bien documentados con interesantes reseñas técnicas e históricas.
Los diales conmemorativos se acompañan de valiosa información para centrarlos en el ámbito político, cultural e industrial de cada periodo y además se hace de forma amena.
La sección de piezas orientadas al mercado italiano sorprende por lo abundante y completa...
Sin embargo, en ocasiones se echa de menos ciertos datos técnicos sobre todo cuando son muy relevantes. Por ejemplo, presentar varios Slava sin citar que montan uno de los pocos mecanismos de la historia de la relojería con doble barrilete es un olvido imperdonable.
Otro aspecto a tener en cuenta es que juntando las diferentes colecciones al final los cronógrafos resultan claramente sobrerrepresentados al sumar las diferentes opciones: cronógrafos primitivos, con diales conmemorativos y exclusivos para el mercado italiano.
También se echa en falta la presencia de aquellas piezas que simbolizan los mayores logros de la industria relojera rusa como las máquinas extraplanas o las versiones en grado cronómetro pero seguro que los autores sabrán subsanarlo en próximas entregas.
Lo mejor del libro
Lo mejor del libro es que, al terminar de leerlo, quizás no sepamos más de lo que ya sabíamos de relojería rusa pero tendremos la sensación de que hemos compartido un rato con otro "friki" de los relojes rusos. Algunas piezas nos habrán parecido inalcanzables y nos habrán hecho palidecer de envidia mientras que otras nos resultarán anodinas y carentes de interés pero todas ellas transmiten el mismo cariño, entusiasmo y, sobre todo, honestidad.
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