El Raketa Zero muestra uno de los diseños más reconocibles de toda la industria relojera.
Creado para satisfacer las necesidades de personas con dificultades visuales, el Raketa ofrece una legibilidad idónea. Los numerales de gran tamaño, los índices contrastados con el dial, las agujas en negro... y, sobre todo, un diseño único que trasciende su finalidad originaria hasta convertirlo en una de las piezas más buscadas por los coleccionistas.
Por ello precisamente el mercado está plagado de piezas rehechas a base de partes, lo que normalmente se conoce como Frankenstein o, de forma abreviada, "franken".
Diales repintados y agujas de otros modelos de Raketa son combinaciones abundantes de las que se debe huir si se busca la originalidad.
En este caso, se trata de una pieza totalmente NOS (nueva de antiguo stock) que incluye el conjunto completo: caja y documentación.
Se trata posiblemente de una pieza de finales de los 80 o principios de los 90 que, como era habitual en la época, se comercializa sin pulsera.
El conjunto incluye una caja de plástico con acabado marmóreo y el llamado "pasaporte" que es una mezcla de manual de instrucciones y garantía.
A pesar de ser un reloj que no se ha usado nunca el almacenamiento durante más de 30 años le ha pasado factura.
Usando cualquier aplicación de las que nos permiten medir el número de alternancias por hora podemos obtener datos más concretos.
El ritmo idóneo de 18.000 alternancias por hora casi llega a las 23.000 lo que nos hace sospechar de que existe un problema en el órgano regulador.
Los problemas más habituales y sencillos de resolver son la magnetización o la suciedad en las espiras pero también puede tratarse de defectos más graves como una espiral deformada.
Una imagen cercana arroja un resultado claro de cual es el problema. Hay varias espiras pegadas que acortan el recorrido del volante incrementando el número de oscilaciones por hora provocando el adelanto exagerado.
Este efecto es más fácil de entender si pensamos en el mecanismo de un reloj de péndulo en el que cada oscilación deja pasar un diente de una rueda dentada permitiendo que las agujas avancen en la esfera del reloj.
Para un funcionamiento óptimo del reloj, el péndulo debe recorrer la distancia señalada por la línea roja entre las letras A y C. Si acortamos la distancia del péndulo (línea verde) la distancia a recorrer será menor por lo que el péndulo tardará menos en completar el recorrido y el reloj adelantará.
Queda por determinar si las espirales están pegadas por magnetismo o por restos de aceite o suciedad.
Si al situar una brújula junto al reloj esta no experimenta ninguna modificación en el campo magnético significará que el problema es de suciedad en las espiras.
La presencia de aceites y grasas en el interior de la máquina junto con el transcurso del tiempo hacen que los lubricantes se desplacen afectando a zonas como la espiral por lo que primero hay que usar un desengrasante y después un limpiador que elimine todo rastro de humedad y residuos.
Tras la limpieza y secado las espiras quedan perfectamente sueltas y concéntricas.
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