Sportivnie

Relojes deportivos: del campo de batalla al de juego

La Segunda Guerra Mundial fue un buen periodo para la industria relojería helvética. Por un lado, la neutralidad Suiza le permitió seguir abasteciendo el mercado mundial de un producto, el reloj de pulsera, cuya demanda estaba en auge como consecuencia del conflicto. Por otro, la exportación de "ebauches" hacia un mercado enorme como el de USA también aumento porque los fabricantes americanos tuvieron que dedicar su industria relojera a la fabricación de material de guerra.
Simultáneamente, las propias necesidades de los ejércitos conformaron una demanda propia a través de los llamados "relojes de dotación" y también a través de otros que, sin ser propiamente relojes de dotación, reunían una serie de características que los hacía especialmente aptos para el combate: resistencia al agua, los golpes, el polvo, el magnetismo y, frecuentemente, con prestaciones adicionales como la esfera luminiscente y la parada de segundero.





La mayoría de las marcas diseñaron campañas de publicidad en las que, usando el conflicto bélico como argumento principal, se presentaba al reloj como un elemento tecnológico de  primer orden testado en las duras condiciones de los campos de batalla. 

Terminada la Guerra y consolidada la paz en todos los frentes, los mensajes de enaltecimiento del conflicto bélico cayeron rápidamente en desuso y la industria, siempre atenta a los cambios, volvió la mirada hacia el mercado emergente del ocio y las actividades recreativas.




Así fue como, de un día para otro, el reloj cambió su viejo pedigrí militar por otro más moderno, amable y juvenil: la práctica de actividades deportivas que las clases dominantes habían puesto de moda

Durante la década de los 50 la mayoría de las marcas ofrecieron en su catálogo un modelo sport cuyas características de resistencia al agua, los golpes, el polvo, etc. lo hacían tan idóneo para la práctica de los deportes de moda como antes los habían sido para derrotar al enemigo.

Sportivnie con parada de segundero

La sociedad soviética de los años 50 no era inmune a las modas y su industria relojera también fabricó relojes orientados a la práctica deportiva como estos Sportivnie que mostramos a continuación:



Se trata de relojes de pequeño tamaño con la complicación de parada de segundero que, dada su vocación deportiva, no está orientada a la sincronización de varios relojes si no al cronometraje rudimentario de tiempos parciales.



Frecuentemente los mecanismos han sido canibalizados para reconstruir piezas más demandadas como el Sturmanskie. Es habitual encontrar combinaciones incongruentes de diales, movimientos, cajas, agujas, etc.

En este caso buscaremos una combinación lo más ortodoxa posible.


Reparación del mecanismo de parada de segundero

La parada de segundero es una de las complicaciones relojeras más apreciadas por los aficionados posiblemente porque, en sus inicios, se asociaba a relojes excepcionalmente precisos.


Generalmente, se trata de un mecanismo sencillo que detiene el volante al llevar la corona a la posición de puesta en hora.
En el caso de este Sportivnie, con la tija en la posición de carga de cuerda, su extremo distal (señalado por la flecha roja) presiona el resorte y lo mantiene alejado del volante.
Cuando se extrae la corona, el fleje señalado con la flecha verde empuja el resorte y lo acerca al volante.
Un fino filamento anclado en la zona señalada con la flecha azul contacta con el volante y lo detiene.


Se ha fabricado un nuevo resorte con parte del calendario de un Slava. (usando partes de la misma familia se minimiza la posibilidad de que el trasplante sea rechazado 😁).

Después hay que colocar el resorte en su posición junto con el volante y darle la forma adecuada.


En la imagen anterior ya se ha moldeado el resorte cuidando de que no interfiera con ninguna otra parte del mecanismo y esa será la posición que ocupe cuando el reloj esté en marcha.


En la posición de puesta en hora el resorte debe detener el volante pero el contacto debe ser suave porque, en caso contrario, se podrían dañar los pivotes.


También se ha aprovechado para rellenar las agujas con material luminiscente en el color verde característico de los Sportivnie.

Coste total de la recuperación y trabajos realizados



Precio de compra de los dos relojes                                22 euros
Desmontaje
Limpieza
Aceitado
Reparación mecanismo de parada de segundero
5 horas de mano de obra

Coste total de la recuperación                                      22 euros                

Comentarios