Los proyectos que nunca llegan a término o que pasan un largo tiempo en dique seco son consustanciales a la recuperación de relojes vintage.
La dificultad para encontrar piezas y, sobre todo, el precio de las mismas, son a menudo escollos insalvables.
El planteamiento inicial era recuperar este achacoso Zenith con un calibre manufactura de carga manual que, por supuesto, no funciona.
La primera impresión no es buena y no por la falta de corona sino por las muestras de óxido en el mismo lado del dial.
El interior no resulta precisamente prometedor y, aunque las fotos del vendedor ya dejaban ver restos de óxido, la situación es mucho peor de lo esperado.
Una imagen cercana permite apreciar los efectos del óxido en todo su esplendor. Las piezas se han fusionado entre sí y será imposible desmontarlas sin dañarlas e incluso se podría afectar la integridad de la propia pletina.
Toda la máquina ha sido victima de la corrosión cuya puerta de entrada fue la tija que está partida en el interior de la máquina.
El dial ha perdido parte de su belleza y al desmontar las agujas la horaria se ha partido... aunque lo peor está debajo.
La zona del remontoir es siempre la más afectada por la corrosión pero en este caso ha alcanzado un deterioro que apenas permite identificar las diferentes partes.
Sin embargo estas piezas no suelen ser caras porque existe cierta compatibilidad en la misma familia de calibres por lo que todavía existe una débil esperanza de seguir adelante con el proyecto.
Sin embargo, ni siquiera una limpieza minuciosa mejora de forma sustancial la situación y el calamitoso estado de las cabezas de los tornillos presagia un final abrupto.
El barrilete, próximo a la zona cero, también está bastante afectado y, en cualquier caso, será imposible separarlo del rochete.
Los daños también se han extendido al rodaje provocando daños en los piñones que, a priori, parece recuperables.
En la cara opuesta, el óxido se ha comido totalmente el eje de la rueda dejándola inservible.
Finalmente no queda más remedio que aparcar "sine die" el proyecto de recuperación hasta que surja una nueva oportunidad en el proceloso mundo de las compras por Internet.
Todo apunta a que Zenith, la marca que ganó el Concurso de Cronometría de Neuchatel cinco años seguidos o que obtuvo 838 Primeros Premios de Observatorio a lo largo de su historia, tardará en formar parte de mi modesta colección.
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