Vostok Precision 2809 grado cronómetro

Hasta los años 70 del siglo pasado la batalla por la supremacía relojera se libraba en el campo de la precisión. Más allá de los acabados de lujo y de las complicaciones, lo más importante de un reloj es que cumpliera con su finalidad básica, es decir, dar la hora de forma precisa.

El dios de la precisión tenía su templo en los observatorios astronómicos repartidos por Europa donde se celebraban concursos de cronometría a los que acudía en peregrinación  la crema de la relojería mundial.




Además de organizar concursos, los observatorios también eran los encargados de expedir un certificado de precisión conocido como "Boletín de marcha", a petición de los propios fabricantes, en el que acreditaban que un determinado modelo había superado sus exigentes test de precisión obteniendo el grado de "Cronómetro".




Los premios ganados  en los concursos o los  certificados de precisión obtenidos por un modelo concreto eran un importante argumento de venta para las marcas y motivo de orgullo para las industrias nacionales, al menos mientras los concursos fueron internacionales. Esta circunstancia duró hasta que Seiko empezó a ganar premios en los años 67 y 68 cuestionando la supremacía suiza. Desde entonces, los concursos sólo aceptaron participantes suizos y poco a poco fueron languideciendo hasta desaparecer.




El Vostok 2809 de grado cronómetro

Alrededor de la década de los 60 del silo XX, la relojería soviética alcanzó uno de sus hitos más importantes: la fabricación en serie de un reloj de pulsera de grado cronómetro.


Se trata del Vostok Precision, equipado con el movimiento 2809, inspirado en el legendario Zenit 135 movimiento suizo que cosechó más de doscientos premios a lo largo de su historia ganando el concurso de cronometría de Neuchatel entre los años 1950 al 1954.

Como se puede ver en la imagen anterior, el Vostok Precision es un reloj absolutamente anodino en apariencia pero que, como veremos a continuación, supone uno de los logros más importantes de la relojería soviética.

¿Qué es un cronómetro?

Un cronómetro es un reloj excepcionalmente preciso con una tasa diaria de, por ejemplo, -4/+6 segundos al día cuyo desempeño ha sido certificado por un organismo externo e independiente. Para hacernos una idea de lo que suponen estas cifras, si partimos de un reloj que adelante 6 segundos al día durante un año y hacemos una transposición al sistema métrico, la discrepancia sería de 7 centímetros en una distancia de un kilómetro.
El más organismo certificador más conocido actualmente, aunque no el único, es el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC) cuyo test, basado en la ISO 3159, tienen una duración de 16 días. Los movimientos son testados en diferentes posiciones y temperaturas y sólo aquellos que superan las pruebas obtienen un boletín de marcha individual y pasan a ser considerados cronómetros certificados.


Existen muchas marcas que no acuden al COSC o a otros certificadores externos pero que cuentan con sistemas de control propios que, en ocasiones, pueden ser incluso más exigentes.









Vostok desarrolló un sistema propio aunque muy similar al COSC pero con una duración de 28 días en vez de 16 y aspectos más exigentes en relación a la tasa diaria de adelanto/atraso y unos rangos de temperatura más amplios. 
Los relojes que superaban la prueba exhibían la palabra Precision en el dial e incluían la documentación acreditativa de este extremo cuando se ponían a la venta.






¿Qué vigencia tiene un certificado de cronómetro?

Un certificado de cronómetro es un documento individual que se expide para cada reloj y su vigencia dura tanto como la vida útil del mismo. Ese reloj siempre será un cronómetro con independencia  de que el paso del tiempo o la falta de mantenimiento puedan disminuir su desempeño del mismo modo que un medallista olímpico no deja de serlo aunque baje su rendimiento en competiciones posteriores.


¿Cómo saber si un movimiento 2809 es de grado cronómetro?

Solo los Vostok con un movimiento 2809 que tienen la palabra Precision en el díal son relojes de grado cronómetro. Nunca existió un reloj Volna de grado cronómetro aunque estén equipados con el mismo movimiento porque no fueron sometidos a un test de 28 días de duración en diferentes posiciones y temperaturas y jamás obtuvieron un certificado de cronómetro.

La dificultad radica en la multitud de alteraciones a las que suelen ser sometidos los relojes vintage sobre todo si, como en este caso, existe alguna peculiaridad que pueda triplicar su precio. Mezcla y sustitución de partes, diales Precision con movimientos que no lo son o viceversa... Ni siquiera comprando un Vostok Precision con su documentación original podemos estar seguros de que algunas partes clave como el volante o la espiral hayan sido reemplazados.

Los movimientos 2809 que obtuvieron el certificado de cronómetro y los que no lo hicieron son visualmente idénticos. Todas sus partes son intercambiables entre sí además de con el 2809A y, en un 80% con el 2809B presente en los Almaz.

Si examinamos una parte tan importante como el volante vemos que es prácticamente imposible encontrar diferencias entre unos y otros.

Vostok con dial Precision

Volante de un Vostok 2809 con dial Precision y espiral Breguet. En la llanta del volante se observa que se ha perforado un agujero con el objeto de compensar defectos de fabricación y equilibrar su peso de forma que sea el mismo en todo su contorno. Algunos de los tornillos del volante también han sido perforados posiblemente con la misma finalidad. En uno de los radios aparece toscamente grabado el número 37 que podría ser algún tipo código interno exclusivo de los movimientos que eran sometidos a una revisión exhaustiva previa a las pruebas de cronometría.

Volna

Volante de un movimiento 2809 montado en un Volna. La diferencia más evidente son los dos orificios en el platillo del volante que también se encuentran en otros movimientos soviéticos de la época como por ejemplo el  Zim 2602. La llanta no presenta agujeros de compensación quizás porque no lo necesite o, más probablemente, porque, ya que los Volna no se presentaban al test de precisión, tampoco se llevaba a cabo la revisión exhaustiva que a buen seguro incluía el equilibrado del volante.

Vostok 2809A con dial no Precision.



Volante de un Vostok marcado como 2809A montado en un modelo no Precison que es, salvo el color, idéntico al primero. También se ha equilibrado el volante y el platillo carece de orificios.


Los movimientos son sustancialmente idénticos y la mayoría de sus partes son intercambiables por lo que la única diferencia entre ellos es que sólo algunos obtenían el certificado de cronómetro. Ahora bien, para ello, parece lógico que fueran sometidos a un control exhaustivo previo al test de precisión que incluiría el desbarbado de dientes, pulido de pivotes, equilibrado del volante, una lubricación minuciosa, etc.
Todo el tiempo dedicado a este proceso encarecía el coste final lo que, en mi opinión, descarta la conocida teoría de que los movimientos que no superaban las pruebas pasaban a  montarse en los Volna. ¿Qué sentido tendría invertir tiempo, recursos e implicar a los mejores operarios, para acabar montando los movimientos en una marca subsidiaria y venderlos a un precio menor?. Parece más lógico que, aun saliendo de la misma línea de producción, los 2809 destinados a los Volna pasaran una inspección y ajuste estándar mientras que los de los Vostok Precision eran sometidos a un control exhaustivo previo a la prueba de cronometría. Los movimientos que no superaban la prueba de cronometría, serían devueltos al fabricante para ser reajustados como ocurre actualmente con el certificado COSC.

La importancia del 2809 cronómetro en la relojería soviética

Fabricar un reloj de pulsera de grado cronómetro es un gran logro para la industria relojera de un país porque significa que sus procesos de fabricación han alcanzado un nivel de desarrollo tal que les ha permitido llevar la excelencia a la producción en serie.


Tradicionalmente los relojes de grado cronómetro han sido un compendio de los últimos avances en el campo de la relojería. Si primero podíamos encontrar el balance con tornillos de oro, volante bimetálico y espiral Breguet de acero al cobalto, posteriormente fueron sustituidos por nuevos avances como el balance Glucydur, la espiral de Elinvar o el muelle real de Nivaflex.

No se trata, por tanto, de fabricar de forma artesanal unas cuantas unidades capaces de ganar un concurso de cronometría si no de llevar la excelencia a la fabricación en serie y para ello hace falta un gran desarrollo industrial y tecnológico. Capacidad industrial para fabricar con mínimas tolerancias, tecnología que permita obtener las aleaciones inmunes al magnetismo, a la corrosión y a los cambios de temperatura, porque sin ellas no es posible fabricar un cronómetro moderno, y operarios cualificados capaces de culminar el proceso. 


Un buen número de análisis sobre el movimiento 2809 tratan de restarle importancia asegurando muy a la ligera que la Unión Soviética robó el diseño a Zenith o, en el mejor de los casos, lo compró. Por su parte, los defensores de la antigua URSS, se centran en las mejoras introducidas con el aumento de rubíes o el segundero central.
En mi opinión, poco importa si Vostok copió, se inspiró o compró el diseño original a Zenith porque el desafío real era llevar la idea a la fabricación en serie y poner en la muñeca de los soviéticos un reloj que había superado unas pruebas más exigentes que las del certificado COSC. Eso sí, siempre que pudieran invertir la mitad del salario de un mes que es lo que costaba un Vostok Precision.

Unos años después, la tecnología del cuarzo democratizó la precisión de tal forma que lo que había sido patrimonio exclusivo de la élite acabó siendo un atributo plebeyo y la industria se vio obligada a buscar nuevos ídolos a los que adorar: complicaciones, acabados... intangibles...

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