Reparación de un Seagull ST25 power reserve

 Seagull es la principal manufactura china de movimientos mecánicos tanto por volumen como por calidad. Su producción abarca desde movimientos tourbillon, cronógrafos, clones de ETA (6497, 2428, 2892), de Miyota... Fabrica tanto relojes completos, donde se puede encontrar lo mejor de su producción, como movimientos para terceros al estilo de las "ebauches" suizas.

Uno de nuestros benefactores nos ha donado un reloj estilo piloto con un movimiento propio de Seagull conocido como ST25, una gama de movimientos con multitud de variantes que datan del año 2000.

Sus principales achaques son  tija rota, no funciona ni carga cuerda y tanto el dial como el cristal han sufrido daños irreversibles. Su diseño, con el segundero pequeño a las 9, la escala de reserva de marcha a las 3 y el calendario a las 6 es muy equilibrado y tiene un aire clásico reforzado por la corona de tipo diamante.

Además, el rotor se está separando en dos. Por un lado la parte del rodamiento y, por otra la parte exterior que es donde se concentra el peso para favorecer la inercia y mejorar la carga automática.

Una inspección más minuciosa nos confirma que la tija está partida y para repararla deberemos extraerla y alargar el trozo faltante con un prolongador de tija cuyo coste es de tan sólo unos céntimos de euros.

Lo más complicado es cortar la tija a la longitud correcta para que la corona quede perfectamente enrasada con la caja para lo que no queda más remedio que ir probando poco a poco hasta dar con la longitud deseada.

Bajo el dial encontramos una platina con múltiples ventanas de visualización porque Seagull, dado su carácter de ebauche, ha creado una gama de movimientos base que se pueden adaptar a múltiples posibilidades: calendarios en diferentes posiciones, segundero central, segundero pequeño, reserva de marcha, indicador de día y noche, calendario anual, etc. Esta versatilidad es muy importante porque con un mismo movimiento se puede recrear el aspecto externo de diseños conocidos como sucede en el caso de las copias ya sean legales o no.

Debajo de esta pletina suele encontrarse una complejidad similar a la de un cronógrafo por lo que, si no es imprescindible, hay que intentar no levantarla.

El movimiento tiene un acabado perlado en las partes visibles bastante  aparente aunque hay otros detalles claramente mejorables como las cabezas de los tornillos que tienen una ranura demasiado ancha y poco profunda lo que dificulta mucho tanto apretar como aflojar.

Para reparar el rotor hay que desmontar las dos partes y abrir ligeramente cada uno de los puntos marcados con una hoja fina para que las dos partes puedan encajar nuevamente sin sufrir daños.

Una vez encajadas ambas partes sólo habrá que golpear en cada uno de los puntos señalados con un objeto de punta roma de forma que las dos partes queden remachadas de nuevo. Un destornillador pequeño apoyando sobre una superficie dura suele dar buen resultado.

Normalmente se suele afirmar que uno de los problemas de los relojes chinos es que vienen sin lubricar pero en este caso lo que hay es un exceso de aceite que chorrea por todas partes.

El módulo de carga automática es grande y contribuye en gran medida a la altura total del movimiento pero eso no es un problema ya que actualmente los relojes extraplanos no son tendencia. En contrapartida es muy robusto gracias a la combinación de un rodamiento de gran tamaño sujeto con tres tornillos excepcionalmente largos que fijan el rotor de forma muy sólida.

El volante con dos brazos es otro de los hallazgos de este movimiento. No sólo es estéticamente ideal para las opciones "open heart" o esqueleto si no que late con una fuerza poco habitual. Prueba de ello es que, si apoyamos el movimiento en una mesa, las oscilaciones del volante hacen que toda la máquina se mueva de un lado a otro.

El puente del áncora también es doble pero con una forma asimétrica bastante inusual y su montaje no es especialmente fácil.

La disposición del rodaje obedece a la de un reloj con minutos indirectos, con la rueda de centro descentrada en el lado derecho de la imagen. Originalmente la configuración es la de segundos centrales accionados directamente pero como este modelo lleva un segundero pequeño a las 9 ha sido necesario añadir un pequeño eje de segundos impulsado indirectamente por la rueda primera.

Una imagen cercana de la rueda de escape muestra un acabado bastante crudo aunque, tras la revisión, el funcionamiento del reloj es excelente.

El reloj no carga cuerda y el aspecto del trinquete, cuyos dientes no contactan con el rochete (la rueda grande de la imagen) nos está indicando dónde podría estar el problema.

Como sospechábamos, en alguna manipulación anterior se ha perdido el resorte que mantiene el trinquete en tensión por lo que será necesario reponerlo. Si no se encuentra el original siempre se puede adaptar el de otro movimiento pues casi todos los resortes trabajan de forma similar.

En este caso hemos encontrado uno igual con lo que bastará con introducir uno de los extremos en el agujero de la platina y situar el otro extremo de forma que al dar cuerda el trinquete quede en tensión frenando el rochete.

Después podemos colocar temporalmente la aguja del indicador de reserva de marcha y cargar cuerda, tanto de forma manual como automática, para comprobar que todo funciona de forma adecuada.

 
El ST25 es un movimiento muy interesante porque no es copia de ningún otro y porque, en general, está bien construido y acabado de forma aceptable. Su rendimiento mecánico a nivel de precisión y fiabilidad es destacable y su punto fuerte es su versatilidad y adaptabilidad a cualquier diseño.
En mi opinión es el mejor movimiento chino de carga automática.