Este modelo de Orient, apodado Mako, es uno de los relojes de buceo más populares de los últimos años. Excelente relación calidad precio, durable, buen desempeño mecánico, estética personal y diferenciadora, tamaño comedido... son algunas de las cualidades que lo han convertido en un "best seller".
La serie apareció en el año 2004 y cuenta con un buen número de variantes que han afectado a la estética, el tamaño, el tipo de cristal, etc.
Nuestra unidad pertenece a la serie Mako I, la más antigua, y cuenta con cristal plano de 3mm de espesor, es sumergible a 200 metros y viene equipado con el vetusto y fiable movimiento 46943.
El reloj parece bastante castigado estéticamente. Destaca el calamitoso estado del cristal que incluso muestra manchas internas lo que no presagia nada bueno. El bisel tiene un desgaste generalizado y erosiones importantes fruto de algún que otro golpe. La caja y el brazalete no aparentan un deterioro tan importante aunque se aprecia cierta holgura en el encaje entre ambos.
Afortunadamente los daños no han llegado al interior y tanto la máquina como dial y agujas están en buen estado.
Más que un trato duro o un uso descuidado podemos concluir que el reloj ha tenido una vida larga en que se ha usado a diario para todo tipo de tareas. Digamos que no ha sido el típico reloj para ocasiones o que se ha rotado con otras piezas permaneciendo en una cajón.Esto lo podemos deducir porque la punta del segundero ha perdido el color rojo brillante y eso es una señal de que el reloj ha estado expuesto al sol de forma habitual durante años de uso. En este caso dos imágenes valen más que mil palabras. La foto superior pertenece a un reloj de la misma época que ha estado guardado en un cajón la mayor parte del tiempo mientras que la inferior es de nuestra unidad. Las dos fotos se han tomado en las mismas condiciones.
Aunque el estado del cristal no parece afectar a la estanqueidad del reloj su deterioro es tan notable que no queda más remedio que cambiarlo. Se trata de un cristal plano de 3mm de espesor y 31 de diámetro cuyo coste es de tan sólo un euro. También se puede sustituir por un cristal de zafiro con un coste mayor o por un cristal bombeado si se busca un efecto estético diferente.
Con el nuevo cristal la apariencia del reloj cambia de forma notable.
Al desmontar el brazalete se observa que la holgura se debe e un problema de fácil solución.
Los pasadores se han deformado e impiden que el brazalete se ajuste a la caja lo que suele ocurrir por la extendida costumbre de llevar el brazalete muy apretado. Otro problema cuya solución es tan barata como simple.
Siguiendo con las buenas noticias, la máquina carga de forma adecuada y mantiene una precisión y reserva adecuados por lo que no es necesario hacer operación alguna.
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