Reparación de un dial con las patas rotas

Uno de los problemas más habituales en la reparación de relojes vintage es encontrarse con que el dial tiene una o ambas patas rotas.


Existen varias posibilidades para acometer está reparación, desde volver a soldar las patas con medios profesionales a fijar el dial a la máquina con cinta de doble cara especial para este cometido.

Otras opciones, como soldar con estaño, no suelen dar buen resultado porque la fijación no es suficientemente sólida y porque el calor afecta negativamente a la cara vista del dial.

Por otro lado, la cinta de doble cara puede ser un problema cuando el reloj lleva doble calendario y no hay lugar donde fijarla sin interferir en su funcionamiento.

A continuación veremos una solución económica y sencilla con un resultado aceptable que consta de tres fases.

Modificación del dial

En primer lugar será necesario modificar ligeramente el dial con vistas a asegurarnos una unión suficientemente sólida.

Para ello habrá que agrandar el punto de unión de las patas usando la punta de un destornillador del diámetro adecuado teniendo la precaución de no atravesar totalmente el dial.
Con esto ampliamos la base donde se asienta la pata y obtenemos una mayor superficie de agarre.

Fabricación de las patas

Buscaremos un trozo de cable eléctrico del diámetro adecuado y lo cortaremos a la medida necesaria. Hay que ser especialmente cuidadoso con la longitud porque si es demasiado largo chocará con el rodaje y el reloj no funcionará.



El cable puede conservar la funda de plástico o podemos quitarla si el diámetro es excesivo.
Lo importante es formar una base más amplia en el extremo que se fijará al dial para que la superficie de contacto sea lo más grande posible.


De esta forma, cuando apliquemos el adhesivo, la zona de contacto entre el dial y la pata será mayor lo que permitirá una unión más fuerte.

Fijación de las patas

Para fijar las patas al dial usaremos una combinación de cianocrilato (Superglue, Loctite, etc) más bicarbonato.
Primero hay que poner una pequeña gota de cianocrilato en el orificio que hemos hecho en el dial y después posicionar la pata ejerciendo presión para que los hilos se abran y abarquen la mayor superficie posible.



Inmediatamente después, sin esperar a que el cianocrilato se seque, espolvoreamos el bicarbonato en una fina lluvia sobre la pata.
Cuando el bicarbonato entra en contacto con el adhesivo se produce una reacción química que funde ambos compuestos creando una amalgama muy dura y con gran poder de adhesión que posteriormente podemos lijar si queda alguna protuberancia.



Finalmente retiraremos el exceso de bicarbonato evitando que las partículas sueltas queden en el entorno de trabajo porque podrían dañar por abrasión la cara vista del dial.


El nivel de solidez de la fijación no es comparable al de una soldadura de plata pero es una forma sencilla y económica con un resultado más que aceptable.
La flexibilidad del cable eléctrico permite acomodar el dial en la posición correcta en el caso de que las patas no hayan quedado posicionadas en el lugar exacto,



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