Reloj de bolsillo encontrado en un cajón

Un golpe de suerte


Mientras algunos al rebuscar en los cajones sólo encontramos calcetines desparejados, otros afortunados encuentran joyas como la que presentamos a continuación con el atractivo adicional de haber pertenecido a un familiar cercano.


Un bonito reloj de bolsillo marca Sampe en lo que parece una caja niquelada de 45 milímetros de diámetro. La marca no aparece en ningún registro de marcas suizas de la época por lo que puede tratarse de una de las llamadas "marcas de fantasía" que sería el equivalente a una marca blanca actual. Es decir, que un vendedor local o una joyería encargaban un número de unidades a un fabricante y las marcaban en la esfera con su nombre comercial, su apellido o eligiendo una palabra al azar.

A primera vista se puede asegurar que las agujas están desparejadas, siendo la horaria tipo Breguet, y que el cristal tampoco es el original. Es posible que sufriera algún accidente con rotura del cristal y pérdida de la aguja minutera y el relojero que lo reparó usó lo que tenía a mano. Conviene recordar que, en aquellos tiempos, era habitual que cada familia contara con un único reloj por lo que la prioridad del relojero era poder devolvérselo a su propietario cuanto antes anteponiendo la funcionalidad a cuestiones estéticas.


De hecho, si observamos la tapa trasera, vemos que hay un buen número de inscripciones entre los años 40 y 50 de lo que podemos deducir que el reloj visitaba el taller con frecuencia.

Estado mecánico

El reloj quiera andar si se empuja el volante lo cual es una excelente señal porque indica que la parte más delicada del mecanismo, en ocasiones imposible de reparar, está en buen estado.


Aunque hay algunos signos de oxidación en las partes de acero, el estado general es bastante bueno para tratarse de un reloj que posiblemente data de principios del siglo XX.

Lo primero que llama la atención es que las patas de la esfera están dobladas y prácticamente rotas. Esto puede suceder como consecuencia de un golpe muy fuerte pero, en ese caso, la esfera suele estar descentrada y no es el caso.


Una inspección más minuciosa parece indicar que el problema ha sido ocasionado por una manipulación poco cuidadosa o por parte de manos inexpertas.

Tratando de emular a los viejos relojeros que tenían que improvisar soluciones sencillas con el material disponible, la reparación ha consistido en encamisar el trozo de pata con la funda de un cable eléctrico de similar diámetro.


De este modo el diámetro de la pata aumentará ligeramente y la esfera quedará sólidamente fijada a la máquina.


En el trozo de funda sobrante morderá el tornillo prisionero manteniendo ambas partes unidas pero permitiendo su desmontaje si fuera necesario.




En el lado del dial todo parece en orden y por la forma en que está construida la parte del "remontoir" se confirma la impresión de que el reloj puede datarse entre finales del siglo XIX y principios de XX.


Tras concluir la delicada operación de retirar el volante, se descubre el rubí donde asienta su eje justo al lado del tenedor del áncora. Cada vez que el volante gira desplazará el áncora a derecha e izquierda 18.000 veces por hora y esta dejará pasar un diente de la rueda de escape haciendo que las agujas avancen.


El volante tiene en toda la llanta una serie de tornillos cuya finalidad es ajustar la marcha y corregir posibles defectos de fabricación. Al apretar los tornillos se acerca masa al centro del gravedad y el volante irá más rápido. Al aflojarlos sucederá justo lo contrario.
El pequeño rubí de color rojizo es el responsable de chocar con el tenedor del áncora 432.000 veces al día durante toda la vida útil del reloj y por eso precisamente se elige esta piedra preciosa cuya dureza solo es superada por la del diamante.


Una inspección más minuciosa de la zona descubre un desperfecto muy poco habitual. El áncora impacta en su recorrido con dos postes situados a ambos lados del tenedor lo que, acústicamente, será el tic-tac que escuchamos al acercar el reloj a la oreja. El de la derecha está claramente torcido hacia un lado y es algo tan poco habitual que sólo puede haberse producido por una manipulación extremadamente descuidada.


Con el áncora fuera de su alojamiento se puede observar que el rubí de la izquierda es de un color ligeramente más intenso que el de la derecha lo que indica que tuvo que ser reemplazado por pérdida o rotura del anterior. Además, también es ligeramente  más largo lo que en una máquina de precisión construida con exactitud milimétrica significa que no funcionará.




En efecto, con el áncora nuevamente en su emplazamiento observamos que el rubí contacta con los dientes de la rueda de escape pero no puede llegar a liberarlo y el reloj no puede funcionar.
De lo que deducimos que la deformidad del poste que vimos anteriormente no fue accidental si no intencionada.
Como la prioridad del relojero era reparar el reloj lo antes posible, ante la falta de repuestos y la dificultad para conseguirlos en un tiempo razonable tenía que improvisar soluciones que aunque puedan parecer chapuceras exigen destreza y amplios conocimientos de mecánica.
Eso significa que si queremos que el reloj funcione el poste de limitación tendrá que permanecer torcido aunque afecte a la precisión del reloj.



Encontrar este tipo de escollos resta algo de ilusión al proyecto porque existe la certeza de que, aunque el reloj funcione no lo hará de forma correcta pero no queda más remedio que continuar con el desmontaje y rezar para que no aparezcan nuevos imprevistos.

Tras retirar el puente del rodaje no se observan defectos aparentes en el dentado de las ruedas ni en sus pivotes lo cual es una excelente noticia.
Las ruedas son retiradas una a una con ayuda de una pinza una lupa de relojero y de pronto...

¡EUREKA!


En un lugar recóndito aparece el rubí original del áncora lo que quizás nos permita cambiar el actual, enderezar el poste y conseguir que el reloj funcione de forma adecuada.
Este tipo de hallazgos no son infrecuentes cuando se desmonta un reloj y muchas veces se encuentra rubíes, tornillos, fibras textiles, pelos, etc.


Al retirar el rodaje descubrimos una de las triquiñuelas habituales de la época consistente en poner rubíes sólo en las partes que verá el cliente y sustituirlos por simples agujeros en las que quedan ocultas. De esta forma se abarata y simplifica la fabricación y el comprador dará por hecho que su reloj tiene más rubíes que los que realmente incorpora. Por descontado que la calidad no es la misma pero pasarán muchos años, quizás un vida, hasta que el desgaste de los orificios impida el funcionamiento del reloj.


La rueda grande de la parte superior, llamada barrilete o tambor, está hueca y en ella se aloja el muelle que hace de motor del reloj.


En esta época estaban hechos a base de acero templado lo que les confiere ese característico color azul cuya finalidad era hacerlo más fuerte y más resistente a la oxidación.


Cuando damos cuerda al reloj el muelle se enrolla sobre sí mismo ejerciendo una fuerza que se va transmitiendo de una rueda a otra hasta llegar al volante. Cada vez que el volante gira  el áncora deja escapar un diente y el muelle se destensa un poco hasta que a las 30 o cuarenta horas se ha destensado por completo y el reloj se para si no le volvemos a dar cuerda.


Como comentábamos, el rubí de reemplazo es ligeramente más grande que el original y tampoco su forma es idéntica por lo que hay que intentar sustituirlo.



Tras el cambio se observa que el aspecto del áncora (llamada así por su parecido con el ancla de un barco) es mucho más armonioso y, lo que es más importante, al enderezar el poste de limitación el reloj podrá funcionar en los parámetros mecánicos para los que fue diseñado.
Para fijar el rubí en su sitio se usa un adhesivo llamado goma laca difícil de obtener y de manejar que se puede sustituir por algo similar como el agregante que se usa para aplicar Luminova a las agujas.


Finalmente, el viejo Sampe ha recuperado parte de su esplendor y seguro que tardará mucho tiempo  en volver al cajón de los calcetines desparejados. 

Si quieres saber como se paso de usar relojes de bolsillo a usar relojes de pulsera visita este enlace https://relojesbajolalupa.blogspot.com/2020/10/longines-red-12-de-transicion.html

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