Radiactividad en relojes vintage

Usos del radio

Hasta los años 60 del pasado siglo, el radio 226 se usó para dotar de luminiscencia a las esferas y agujas de los relojes de pulsera pero también se empleó en muchas otras aplicaciones.

En un principio, no sólo se ignoraban los efectos perjudiciales de la radiación sobre el organismo si no que se le atribuían efectos beneficiosos por lo que el radio se llegó a comercializar como reconstituyente, colutorio, en dentífricos, cremas, en juguetes infantiles, etc.

La muerte y las graves enfermedades que contrajeron las operarias que se encargaban de pintar los diales, conocidas como "radium girls", hizo que el radio fuera sustituido por compuestos menos nocivos.


Identificar los relojes con radio

Como hemos visto, el uso del radio fue omnipresente dentro y fuera de la industria relojera por lo que no podemos identificar marcas o usos concretos en los que fuera más o menos habitual.
Si bien su utilidad parece más justificada en relojes de buceo o en la instrumentación de equipos militares, lo cierto es que cualquier reloj con material luminiscente fabricado en esa época contiene radio.

El segundo problema al que nos enfrentamos es que no es posible distinguir a simple vista si el material es radiactivo y tampoco podemos basarnos en que conserve alguna luminosidad en la oscuridad. De hecho lo normal es que las esferas con material radiactivo no muestren luminosidad alguna ya que lo que confiere el brillo es la combinación del radio con el sulfuro de cinc y la vida útil de este último es muy corta en comparación con la del radio.

El tercer aspecto problemático es precisamente que la vida útil del radio es de 1.600 años por lo que sigue siendo igual de nocivo que el día que salió de la fábrica y además se descompone en gas radón por lo que incluso el almacenamiento de relojes, aunque no pensemos usarlos o manipularlos, presenta riesgos.

La única forma fiable de detectar si un reloj contiene radio es usar un contador geiger o comprar por 30 euros uno de esos  detectores que se ajustan al teléfono móvil y cuyas mediciones son bastante fiables.

Ejemplos de relojes vintage con radio

A continuación veremos algunos ejemplos de relojes con radio así como las mediciones obtenidas al pasarles el detector.

Este modesto Ancre con aspecto militar ya ha perdido la pintura de las agujas y sólo conserva algunos restos en los puntos luminosos por lo que no cabe esperar una medición demasiado alta.


La radiación ambiental(la que recibimos de forma natural) es de 0'5 microsieverts y la medición obtenida es ligeramente superior. Lo importante no es tanto la radiación que podamos recibir al usar el reloj si no que el detector nos alerta del peligro que puede suponer manipular el reloj sin usar el equipo de protección adecuado.


 En el caso del Morvil, podemos ver que aún conserva parte de la pintura de radio en las agujas aunque algunos trozos se han desprendido y están sueltos en el dial.
En este caso la radiación detectada es más alta y el mayor riesgo es llegar a inhalar o tragar alguna de las partículas cuando se manipula el reloj.


El problema es que, además de estas partículas bien visibles, hay micropartículas que no se ven y que pueden ser inhaladas al soplar el dial o que pueden quedar adheridas a la piel.
De hecho si se pasa el detector en la mesa al terminar el trabajo aún detecta trazas de radiación aunque el reloj ni siquiera esté en la misma habitación.


Este Duke de marcial aspecto podría lucir bien bonito dedicándole unas cuantas horas de atención pero...
¿Merece la pena poner en riesgo la salud para recuperar un reloj que carece de valor sentimental y que tampoco tiene valor económico?


Este Cyma Watersport es un reloj con cierto valor coleccionable por lo que podríamos considerar una recuperación integral que, además, de los aspectos mecánicos, devolviera a la caja su antiguo esplendor.
Sin embargo, el abundante material en dial y agujas arroja la medición más elevada.
Para hacernos una idea de lo que significan esos 11 microsieverts basta con comparar este dato con la radiación que supone una radiografía de la mano.  
Siempre cabe la posibilidad de retirar todo el material radiactivo y usar un material moderno exento de riesgos aunque perdamos parte de la originalidad del reloj. En este caso también habría que buscar la forma adecuada de deshacernos de los restos de radio siguiendo las normas de seguridad. Los valores más altos son del reloj de buceo marca Kromnex que ilustra el comienzo del texto y que además lleva material radiactivo en el propio bisel.
Este reloj si fue desmontado en su totalidad usando guantes, mascarilla y limpiando después la mesa de trabajo.
Su medición es la más elevada y los resultados han sido contrastados usando un equipo de medición profesional. 
¿Estarías dispuesto a llevarlo en la muñeca?


Uso, almacenamiento y manipulación

El uso de relojes con radio no es especialmente peligroso pero hay que considerar si tiene algún sentido causar un perjuicio a la salud por pequeño que sea por el simple capricho de llevar un reloj que, a buen seguro, no nos aportará nada especial.

El almacenamiento de cierta cantidad de relojes con radio obliga ciertas precauciones ya que el radio se descompone en gas radón igualmente cancerígeno. Es conveniente que estén en un lugar bien ventilado, alejado de personas y en un compartimento no hermético para permitir que el gas se disperse en la atmósfera.

La manipulación de relojes con radio entraña peligros evidentes por inhalación o ingestión inadvertida de partículas. Deben utilizarse equipos de protección adecuados, limpiar todo el material usado y hay que desechar el material fungible como por ejemplo el Rodico.  

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